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SINFONIA Nº 5 -"ADAGGIETO" (MAHLER)


Gustav Mahler,[1860-1911], nació en Bohemia. Fue un compositor y director de orquesta que vivió en Viena la mayor parte de su vida. Su infancia fue signada por la enfermedad y muerte de varios de sus hermanos. Su familia, a pesar de su judaismo, se encontró integrada dentro de la minoría germánica en territorio eslavo. Luego estudió en Viena con Epstein, Fuchs y Krenn. Tras dirigir orquestas de operetas, consiguió conquistar los escenarios más importantes de Leipzig, Budapest y Hamburgo, llegando a dirigir el teatro de ópera de Viena, donde era odiado por su origen, por su inflexibilidad y genio. Después de un período extenso al frente de esa institución, viajó a Estados Unidos para presentar algunas de las obras maestras del repertorio wagneriano. Como compositor, fue uno de los máximos exponentes de la sinfonía posromántica y autor de ciclos de canciones de suprema calidad.
Habitualmente se hace referencia a las sinfonías Quinta, Sexta y Séptima de Gustav Mahler como la "trilogía". Aunque estas obras comparten ciertos rasgos comunes, entre ellos el más evidente es que se trata de sinfonías netamente instrumentales (es conveniente recordar que en las tres sinfonías previas el compositor ha empleado la voz humana), cada una de ellas representa -en opinión de Donald Mitchell- un enfoque diferente. Los cinco movimientos de la Quinta Sinfonía pasan de la completa oscuridad (la marcha fúnebre del comienzo) a un momento de gran luminosidad (un rondó aparentemente victorioso) en un proceso en el que Mahler utiliza la "tonalidad evolutiva", procedimiento que consiste en terminar en una tonalidad diferente a la del inicio, por motivos psicológicos y de estructura. En el caso de esta sinfonía se pasa de Do sostenido menor en el Trauermarsch a Re mayor en el Rondó Finale. La falta de la voz humana es compensada ahora, al decir de Michel Parouty, con un "nuevo acento sobre la polifonía orquestal".
La Quinta Sinfonía fue escrita durante los veranos de 1902 y 1903. Esta monumental obra se escuchó por primera vez en Colonia el 18 de octubre de 1904, bajo la dirección del propio Mahler, quien en ese momento ocupaba el cargo más importante de su carrera: era director de la Ópera de Viena.
La sinfonía está estructurada en tres grandes partes: los movimientos primero y segundo, el tercero y los dos últimos. La Trauermarsch (Marcha fúnebre) sirve como introducción a la primera parte y a toda la obra. A nivel formal, sólo dos tríos rompen la simetría en la construcción de este movimiento. El ambiente es, en palabras del mismo Parouty, "pesante y desesperado". En el segundo movimiento, Stürmisch bewegt ("atormentado, agitado"), se quiebra de manera definitiva la rigidez del comienzo. Para ello Mahler alterna episodios de gran inquietud con otros en los que el tema de la marcha fúnebre es tratado con mayor energía. Estos últimos terminan por dominar el movimiento, que al llegar a su punto climático, descarga la tensión en un coral a cargo de los vientos que emerge como una visión.
La segunda parte de la sinfonía está conformada únicamente por el tercer movimiento un vasto “Scherzo” -según Parouty- que viene a ser el movimiento más extenso de la obra. Sin embargo, este Scherzo no procede de la tradición de Beethoven sino que más bien se acerca a los lándler y los valses.
De la misma forma que el primer movimiento, el Adagietto sirve como introducción a la parte final. Esta célebre pieza, en la que solamente intervienen las cuerdas, recuerda -según el análisis de Parouty- a Ich bin der Welt abbanden gekommen (Me he despedido del mundo), un lied que Mahler compuso en 1901 sobre textos de Rückert. El final, Allegro giocoso, se inicia con varios episodios que desembocan en el coral ya aparecido en el Stürmisch bewegt. No obstante, la presencia del coral marca, a diferencia de lo que ocurre en el segundo movimiento, un instante apoteósico.


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