viernes

PARA ELISA (BEETHOVEN)


Casi todos conocen la melodía de “Para Elisa”, de Ludwig van Beethoven, pero la identidad de Elisa siempre fue un misterio. Ahora, un musicólogo alemán revela quién fue ella en realidad.
Desde el rock pesado hasta el jazz, pasando por el cabaret y los tonos para teléfonos móviles: “Para Elisa” es la quintaesencia de la popularización de la música clásica. Pero, mientras todos conocen la melodía de esta partitura para piano en La menor, sólo unos pocos se preguntan qué hay detrás de esa dedicatoria personal del gran músico de Bonn.
El musicólogo berlinés Klaus Martin Kopitz cree haber descubierto la personalidad secreta de la Elisa de Beethoven, sin haber querido buscarla expresamente. “He estado trabajando durante años en una publicación llamada Beethoven bajo la mirada de sus contemporáneos, la cual incluye todos los reportes de gente que conoció al músico personalmente en forma de extractos de diarios, cartas, poemas y memorias”, dice Kopitz. “Allí se menciona a ciertas mujeres, entre las que figura Elisabeth Röckel”, relata el experto.
Elisabeth Röckel nació en 1793. Era la hija menor del cantante
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Retrato de Elisabeth Röckel.Joseph Röckel, quien interpretaba el rol de Florestan en la ópera “Fidelio”, de Beethoven. Elisabeth entabló una estrecha amistad con el músico. Elise, (de Elisabeth, en alemán), su hija, quien tenía también inclinación por la música, era una excelente pianista y más tarde también se dedicó al canto.
En la primavera de 1810, Elisa viajó a Bamberg para actuar en el teatro, con la esperanza de causar impresión nada menos que en ETA Hoffman, quien en esa época era director teatral. De acuerdo con Kopitz, Beethoven dedicó la obra en La menor “A la memoria de Elisa" debido a la separación de ambos, cuando ella se estableció en Bamberg. Dado que la dedicatoria de la pieza se refiere a “Elisa” y no a la “Señorita Röckel”, Koptiz deduce que a esas alturas ya Elisa y Beethoven se conocían bien. Tal es así que Elisa misma documentó la relación que los unía en una carta.
“De acuerdo con lo que escribió, su relación debe haber sido bastante estrecha”, dice Kopitz. En esa carta, Elisa relata los pormenores de una velada con Beethoven, junto al famoso guitarrista Mauro Giuliani y el compositor Johann Nepomuk Hummel, quien más tarde se convertiría en el marido de Elisa.
“Escribió que Beethoven, fiel a su atrevido carácter renano, no paraba de provocarla, y ella ya no sabía qué actitud tomar”, comenta el musicólogo. “Beethoven le pellizcó el brazo en signo de puro afecto”, agrega Kopitz.
El hecho de que Elisa se decidiera por Hummel no significó el fin de su amistad con Beethoven. Algunos días antes de la muerte del compositor, en marzo de 1827, Elisa lo visitó en su casa. Como recuerdo de su antiguo admirador, Elisa cortó uno sus rizos y aceptó como obsequio una pluma fuente del genial músico.
Pero, ¿cómo es posible que la identidad de Elisabeth Röckel haya permanecido siendo un misterio, hasta para los musicólogos, durante tantos años? Y ¿por qué se afirmó tan a menudo que la pieza “Para Elisa” estaba dedicada a Therese Malfatti, a quien Beethoven propuso matrimonio en 1810?
La culpa parece ser de Ludwig Nohl (1831-1885), un discípulo de Beethoven. Cuando éste descubre en 1865 una versión de “Para Elisa”, la publica con una dedicatoria a Therese Malfatti. Nohl dijo entonces haber visto el manuscrito original, que habría sido descubierto en la propiedad de Teresa. Sin embargo, tal manuscrito nunca fue hallado.
Todo lo que existe es una versión incompleta de la obra, un boceto en una hoja de papel que Beethoven aparentemente había usado para anotar sus ideas. El manuscrito data de 1810, época en la cual Beethoven propone matrimonio a Therese Malfatti.
Sea como fuere, si la melodía en La menor fue compuesta para Elisa y no para Teresa, aún no queda claro cómo y por qué el manuscrito original fue a parar a manos de Teresa.
Kopitz admite que este aspecto de su teoría no es del todo científico: “Therese Malfatti llegó a la casa de Beethoven y vió el manuscrito de “Para Elisa” sobre el piano. Entonces preguntó: “¿Quién es Elisa? ¿Estás seguro de que quieres casarte conmigo?” En ese momento, Beethoven se sintió avergonzado de haber compuesto la pieza para Elisa, cuando en realidad quería casarse con Teresa”.
La teoría del musicólogo está en proceso de publicación y aún no ha encontrado una aceptación demasiado amplia. El director del Archivo Beethoven en la Casa de Beethoven en Bonn, Bernhard Appel, se muestra escéptico ante la hipótesis de Kopitz, aunque enfatiza que no puede sacar conclusiones hasta que el informe esté disponible para realizar una revisión detallada del mismo.
Elise era un nombre muy común en aquellos años”, dice Appel, por lo que la dedicatoria podría haberse referido a una cantidad de mujeres. Agrega también que, para probar quién fue realmente Elisa, sería fundamental clarificar qué destino tuvo el manuscrito antes de desaparecer.
“¿Cambiaría la música si supiéramos a quién estaba dedicada?”, pregunta Appel. Para quienes la usan como tono en su teléfono móvil, probablemente no.




Tu.tv

SONATA CLARO DE LUNA (BEETHOVEN)


La segunda sonata del Opus 27 de Beethoven, decimocuarta de la colección para piano, es la famosa Claro de luna, cuya popularidad iguala o sobrepasa a la Appassionata, la Aurora, la Pastoral o la Patética. Sin duda, esos títulos más o menos caprichosos y no fijados por el autor, a excepción del último, han contribuido poderosamente, sugestionando la imaginación de las personas, a la difusión extraordinaria de estas sonatas, durante más de un siglo.
Indiscutiblemente, las cuatro son magníficas, sobre todo, las tres mencionadas primero, que superan a la última. Sin embargo, otras las igualan y aun las sobrepasan en grandeza y genialidad, a pesar de lo cual no han logrado la misma fama. Tan poéticos nombres y cierta aureola romántica que envuelve a Claro de luna y a la Appassionata han completado la popularidad de estos dos espléndidos poemas del piano.
La composición publicada en marzo de 1802, el mismo día que las dos sonatas anteriores, apareció con este epígrafe: "Sonata quasi una Fantasia peri l Clavicémbalo o Piano-Forte, composta e dedicata alla Damigella Contesa Giulieta Guicciardi da Luigi van Beethoven. Opera 27, Número 2. In Viena presso Giov. Cappi". La “damigella” a quien se refería la anterior dedicatoria era hija del conde Guicciardi, personaje triestino, que en la primavera de 1800 había sido trasladado a Viena, como consejero de la Cancillería de Bohemia.
La familia estaba emparentada con los Brunswick, muy amigos de Beethoven, y el artista pronto contó a Julieta entre sus aristocráticas discípulas, no aceptando de ella ninguna remuneración por las lecciones en las que se mostraba muy exigente profesor. Por entonces se aproximaba el músico a los treinta años. La discípula, inteligente y apasionada, sintió la influencia que el genio ejercía sobre su alma.
Al cabo de algún tiempo, las relaciones entre profesor y alumna se convirtieron en un afecto más cálido, y después de una carta muy melancólica escrita a Wegeler, aquella en que le confiaba el suplicio de su achaque, el maestro, le dirigió otra en que le decía: “Ahora vivo más feliz. No podrás nunca figurarte la vida tan sola y triste que he pasado en estos últimos tiempos… Tal cambio es obra de una cariñosa, de una mágica niña que me ama y a quien yo amo".
Y continúa: "Al cabo de dos años he vuelto a gozar otra vez algunos instantes de felicidad y por primera vez creo que el matrimonio podría hacerme dichoso; pero, desgraciadamente, no es ella de mi posición y no puedo pensar en casarme”. Efectivamente, en la familia de Julieta hubo oposición a sus amores, y aquella niña de diecisiete años débil de voluntad o inconstante se casó muy poco después con el conde Gllenberg, músico “amateur” que escribía “ballets” muy mediocres. La ruptura entre Julieta y Beethoven se produjo inmediatamente después de publicada la sonata, y el gran artista, solitario perpetuo que no naciera para la dicha ni el amor, lloró amargamente su desengaño.


Tu.tv